Volumen 1 Cap 9

viernes, 8 de marzo de 2013

Volumen 1 Cap 9
‘Típico clima de finales de otoño.’
‘Hablando de eso, ¿en que mes estamos?’
Haruyuki pensaba en eso mientras caminaba por el pasillo del hospital que ya conocía como la palma de su mano. El ritmo de sus zapatos golpeando las baldosas aumentó sin que se diera cuenta. ‘Estaré todo sudado cuando llegué allí’, pensó, pero aun así no podía detenerse.
Hoy era el día en que Kuroyukihime por fin sería trasladada de la UCI a la unidad de recuperación general.
Estaban prohibidas las visitas en la UCI, por lo que la últimas vez que se vieron cara a cara fue hace dos semanas. Por lo cual era inevitable que apurara el paso.
Salió de la escuela tan pronto como las clases terminaron, por lo que el sol de Noviembre aun estaba en lo alto y sus rayos golpeaban su espalda. El entrometido Club de Periodismo, que de seguro se enteraron de alguna forma u otra, se encontraba esperando a Haruyuki en las puertas de la escuela, pero gracias a su recientemente adquirida “habilidad de correr y escapar”, se las arregló para huir del lugar.

Además la había pasado muy bien ayer Domingo, ya que hacía tiempo que no salía junto a sus dos amigos de la infancia.
Dejando de lado el hecho de como Haruyuki se conectó descuidadamente a la red visual de turistas mientras subían a la Nueva Torre de Tokio, y forzado a tener un Duelo (el cual afortunadamente ganó teniendo la ventaja de la altura), fue un día muy divertido sin mayores problemas.
En el día de la batalla decisiva hace tres semanas, Haruyuki y Takumu visitaron a Chiyuri juntos, y le confesaron todo, completamente todo, en el cuarto de Chiyuri.
La razón por la cual Takumu se le confesó a Chiyuri hace dos años, por qué Takumu se sentía presionado contra una pared desde entonces, y como Haruyuki y Takumu se habían enfrentado en batalla sacando a relucir sus más profundos sentimientos contra el otro.
Al principio Chiyuri no fue capaz de creer en la existencia de «Brain Burst».
A fin de cuentas, Haruyuki y Takumu debieron «Acelerar» y terminar las tareas escolares de Chiyuri, sólo así pudo admitir que era real, pero todavía quedaba un obstáculo más grande que ese.
Cuando Takumu confesó lo del Backdoor que había obtenido de su «Padre», una Burst Linker de la Legión Azul que era la capitana de su club de kendo, y de como lo había instalado en el Neuro Linker de Chiyuri, ella manifestó una explosión de rabia que excedía por mucho las expectativas de Haruyuki, y los echó de su cuarto mientras gritaba que los odiaba a los dos, que su amistad había terminado.
Luego de eso, Chiyuri no les habló por una semana, pero pasó el tiempo pensando en los sentimientos de Takumu y llegó a la conclusión de que ella también tenía algo de culpa en el comportamiento de Takumu, así que los perdonó con la condición de que la invitaran a comer tantos parfait como pudiera.
A decir verdad, Chiyuri y Takumu aun se comportaban de forma extraña cuando estaban juntos.
Pero, Haruyuki creía que eso se arreglaría con el tiempo
Ya que Haruyuki y Takumu, luego de diez años, finalmente mantenían una relación la cual Chiyuri había deseado desde el principio— eran mejores amigos.
No, tal vez algo más que eso.
Cyan Pile y Silver Crow peleaban juntos hombro a hombro bajo la insignia de la Legión de Kuroyukihime.

Luego de ingresar a la red del hospital mientras saludaba con una sonrisa a la enfermera de la cual se había hecho amigo, Haruyuki se dirigió al pabellón de internados en el último piso lo más rápido que le era permitido.
Se bajó del mismo elevador que usó durante ese duelo, y siguió la línea de navegación hacia el cuarto con el número que le enviaron por correo electrónico.
El ramo de flores en su mano derecha constaba de brotes de una flor con unos colores cercanos al negro, acompañados de gypsophilas rosas y lirios de agua tropicales. No estaban de temporada, por lo que su precio estuvo por sobre sus expectativas, obligándolo a usar los escasos ahorros que tenía para comprar un nuevo juego, aunque sus intenciones de comprarlo ya se habían desvanecido. Era imposible que existiese un software más emocionante que «Brain Burst» en este mundo.
Luego de caminar por unos segundos, la línea de navegación se detuvo dentro de su visión.
Frente a él, había una puerta corrediza hacia un cuarto privado ubicado en la esquina sudeste del último piso.
“Emm…”
Haruyuki trago saliva y ensayó en su mente las palabras que iba a decir.
‘”Felicitaciones”… ¿estará bien? No, aun no le dan el alta, sería un poco raro. “Bien hecho”… claro que no. “Ha pasado un tiempo”… tampoco sirve. La veo todos los días en la red. Emm, aah, ¿qué hago?’
De pronto la puerta se abrió frente a él, y Haruyuki retrocedió algo confundido.
Un regaño vino desde dentro.
“¡Oye, por cuánto tiempo más piensas hacerme esperar! ¡Entra deprisa!”
“¡S… Sí!”
Haruyuki le respondió a Kuroyukihime con una voz lastimosa mientras cruzaba la puerta y encogía sus hombros lo más posible.
Luego de oír como la puerta detrás de él se cerraba, Haruyuki inspeccionó el lugar con cautela.
En ese momento— la amplia sala del hospital, la vista afuera de la ventana, e incluso la gran cama fueron excluidas de su vista.
Lo único que Haruyuki veía era la figura de la persona que volvía a ver luego de tres semanas, quien estaba usando un tierno pijama rosa con costuras de color negro.
Al parecer estaba algo más delgada. Su originalmente blanca piel perdió tanto color que ya parecía transparente, su siempre sedosa y larga cabellera estaba sujeta en una trenza bastante firme, y su pierna izquierda estaba completamente enyesada.
Pero.
Esos ojos— ese par de ojos negro azabache, que parecían sellar el cielo nocturno en su interior, recibieron a Haruyuki con un resplandor que no había cambiado en lo absoluto.
Kuroyukihime le dio una sonrisa que más parecía un botón de flor floreciendo en su rostro, y dijo con una voz suave.
“Ha pasado un tiempo, Haruyuki-kun.”
“S… Sí.”
Mientras todos los posibles saludos desaparecían de su mente, Haruyuki simplemente asintió mientras parpadeaba varias veces.
Se quedaron mirando el uno al otro por casi diez segundos, y Haruyuki finalmente reaccionó y dio unos pasos hacia adelante, sosteniendo el pequeño ramo de flores.
“E…Emm, por favor recíbelo, aunque es algo pequeño.”
“Gracias.”
Kuroyukihime lo sostuvo en sus manos, luego lo acerco a su rostro y sintió su fragancia.
“Con que lotos negros eh. Espero que florezcan pronto. Disculpa, pero ya que el florero se encuentra por allá, ¿podrían ponerle agua y arreglar las flores?”
“¡Sí!”
Haruyuki llenó el florero usando el lavabo ubicado en una esquina del cuarto, puso las flores que le había entregado a Kuroyukihime y volvió a dejarlo en su lugar.
Silencio nuevamente.
La que separó sus miradas fue Kuroyukihime. De pronto puso una mirada seria, aclaró la garganta y habló con voz clara.
“Entonces… permíteme oír el reporte sobre el caso. Por favor toma asiento en esa silla.”
“Ah… S-Sí.”
Es cierto, no vino de paseo.
Aunque pensara eso, Haruyuki sentó su cuerpo en la silla de visitantes mientras se sentía algo decepcionado.
Ahora operaba su escritorio virtual y le envió a Kuroyukihime toda la información que había logrado juntar.
“Emm… Como te dije antes, el programa Backdoor le fue entregado en absoluto secreto a varios subordinados del «Padre» de Taku para un período de pruebas, pero quedó inutilizable luego del parche aplicado la semana pasada al servidor de Lista de Encuentros. Tal parece que el «Padre» de Taku fue «ejecutado» en la Legión Azul… en otras palabras, como castigo perdió todos sus puntos. Sin embargo, nunca confesó quién le entregó el programa…”
”Hmph, ya veo.”
Kuroyukihime dejó salir un pequeño suspiro y cruzando los brazos tras su cabeza, se dejó caer en almohada.
“Lo más probable es que haya sido la Legión Amarilla, dado que su especialidad son las conspiraciones. En lugar de usarlo ellos mismos, lo probaron en un miembro de alto rango de una Legión enemiga. Bien, algún día lo encontraremos y acabaremos con él.”
Kuroyukihime dijo esas peligrosas palabras mientras movía su mano derecha imitando una espada, luego cambió la expresión de su rostro y miró a Haruyuki.
“¿Y cómo va nuestra Legión?”
“Bueno… se podría decir que es pasable, de alguna forma nos las arreglamos para tomar el control sobre el «Tercer Distrito de Batalla de Suginami» y el «Cuarto Distrito de Batalla».”
“Jejeje, que territorio más pequeño. Pero no está mal. Está bien para una Legión de sólo tres miembros.”
La Legión Negra, «Nega Nebulas». En el pasado era un gran grupo sin nada que envidiarle a las Legiones de los Seis Reyes, pero se había separado luego de lo ocurrido hace dos años y finalmente desapareció. Pero volvió a la vida luego de esa declaración— todo iba bien hasta ahí, pero de todas formas no tenía más de tres miembros, que eran Kuroyukihime, Takumu y Haruyuki. Y a parte de eso, la poderosa «Black Lotus» aun no podía participar en batallas, así que Silver Crow y Cyan Pile daban lo mejor de sí para proteger el territorio circundante a la Escuela Media Umesato.
Como adivinando lo que Haruyuki pensaba, Kuroyukihime le dijo con una sonrisa.
“No te desanimes. No hay por qué ser impaciente… conseguiremos más compañeros y expandiremos nuestro territorio poco a poco.”
“S… Sí.”
Haruyuki asintió y puso su mano en el bolsillo interior de su uniforme para secarse el sudor que le corría con su pañuelo, después de todo hacía tiempo que no veía a Kuroyukihime. Pero entonces, en lugar del pañuelo, sus dedos tocaron otra cosa.
Haruyuki sacó de su bolsillo lo que había puesto ahí y luego olvidado por completo. Era la libreta de estudiante de tapa azul que ya no podría ser usada para su propósito original nunca más. Era la libreta de Kuroyukihime.
“Ah… es cierto, me lo quedé durante todo este tiempo. Creo que debería devolvértelo. Ten.”
Kuroyukihime observó la pequeña libreta que Haruyuki sostenía en frente suyo mientras él decía esas palabras, y—
Ella parpadeó varias veces, abrió su boca un poco y de pronto, sus mejillas se volvieron coloradas.
Con rápido movimiento, Kuroyukihime le arrebató la libreta a Haruyuki y la sostuvo contra su pecho mirando hacia abajo.
“¿…… La viste?”
Preguntó Kuroyukihime en voz baja.
Haruyuki por fin comprendió por qué ella reaccionó de esa manera.
“¡Sí! No, sí, no, pues, sí, emm… la… la vi…”
De pronto, una corta palabra desgarró la congelada y densa atmósfera que los rodeaba.
“Olvídalo.”
“¿…Ah?”
“Bórralo completamente de tus memoria y no trates de recordarlo nunca más. Si vuelves a hablar de esto de ahora en adelante, experimentarás en carne y hueso mi Ataque Especial de Nivel 9.”
‘¡¿Hiiii?!’
Tragando algo de saliva, Haruyuki sacudió su cabeza de arriba a abajo con fuerza.
“¡No hablaré del tema y tampoco lo recordaré! ¡Ah, lo olvidé, acabo de olvidarlo justo ahora!”
Sosteniendo su mentón, Kuroyukihime observaba la a Haruyuki mientras daba sus disculpas. Luego dio un pequeño suspiro y volvió a sonreír.
“Vaya… Aunque ya eres el famoso «Silver Crow» en el Mundo Acelerado, no has cambiado para nada, Haruyuki-kun.”
Quitando algo de tensión en sus hombros, Haruyuki respondió.
“T-Tú tampoco has cambiado, sigue siendo tan temible como siempre… señorita «Black Lotus».”
“Qué grosero, yo siempre soy buena con los demás… Pero, hablando de eso, Haruyuki-kun.”
Luego de aclarar su garganta, Kuroyukihime cambió su actitud y habló con una dulce sonrisa en su rostro.
“¿No crees que ya es hora que dejes de llamarme por mi apodo y uses mi nombre real?”
“Ah… S… Sí.”
Cuando asintió.
Haruyuki—
Se percató de algo increíble que le dio escalofríos.
“Ah…… Emm.”
“¿Mmm?”
“Yo… yo… no conozco… tu nombre… real…”
El mundo se congeló con una densidad y dureza al igual que, no, mayor que la de una aceleración.
Pero pronto todo volvió a la normalidad con la risa de Kuroyukihime.
“Oye… ¿qué acaso no viste mi libreta de estudiante?”
“Ah… pues, sólo le eché una ojeada rápida…”
“Jeje. Eso es tan típico de ti, Haruyuki-kun. Entonces, me presentaré nuevamente. Aunque mi nombre no es tan diferente de mi apodo.”
Una suave brisa entró por la ventana, propagando la fragancia de los lotos negros por el cuarto.
Apoyando su delgado cuerpo en el respaldo de su cama y poniendo ambas manos en su pecho, la hermosa y rebelde Rey Negro habló con voz clara y suave.
“Mi nombre es…”

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